Terminado el mes de Junio, con la
resaca de la Feria de San Isidro y la llamada “feria del arte”, hubo unos
carteles interesantes en Madrid, dando la oportunidad de reaparición a Fernando
Cruz en una corrida de Los Recitales, junto con Rubén Pinar y el salamantino
Juan del Álamo, que toco pelo en el sexto de la tarde.
Pues a partir del siguiente
domingo comenzaron novilladas. Este año en Madrid va a ser complicado ver
alguna corrida de toros fuera del ciclo isidril porque nada más que están
viniendo novilladas con caballos. Esto por un lado me parece bien porque a cualquiera de los novilleros ir a Madrid les motiva y les hace sentir más toreros. Por otro lado, y viendo
los resultados de las novilladas, me parece que en Madrid se están haciendo muy
mal las cosas tanto por parte de la empresa como por la parte de muchos
apoderados. En abril se celebró un certamen de novilladas y al ganador, Rafael Cerro, le
darían como premio una furgoneta (coche
de cuadrillas en la jerga taurina). Pues bien, las novilladas fueron un
desastre. Se vio mucha actitud –faltaría menos- y muchas ganas de ser torero
pero mi pregunta es, ¿se vio oficio por parte de los novilleros?
La verdad es que no se vio nada
de oficio y eso es una pena porque a Madrid se tiene que venir toreado. Madrid
no es para venir y a ver si “suena la flauta”. Muchos apoderados los colocan en
carteles en Madrid con la idea de conseguir más tardes por el resto de España y
lo único que consiguen es dejar en evidencia el toreo de muchos de los
novilleros. Humildemente creo que la línea que se está llevando en Madrid no es
la idónea, porque lo único que hacen es que la gente pierda las ganas de ir a
los toros. Ahora bien, en julio y agosto saben que quienes van a la plaza son
los de siempre: “los Guiris”. Estos son fácilmente reconocibles cuando, al
salir los alguacilillos, empiezan a chillar como locos y también el color de
piel –estilo Iniesta- los hace únicos.
Por último, este año hablando con
un aficionado que lleva más de cuarenta años abonado a Madrid, me comentaba que
hoy día todos los novilleros saben torear muy bien, pero que a la vez ninguno
de estos ilusiona al público como hace años. Antes se tiraban tres y cuatro
años muchos de ellos toreando novilladas con caballos y hoy día, hay algunos que
en año y medio pasan de estar en la escuela a estar tomando la alternativa. Cada uno tiene su tiempo de formación pero lo
que está claro, es que se está perdiendo mucha emoción por las novilladas. Espero que recapaciten al final la temporada y para el año que viene mejoren las cosas en la primera plaza del mundo.