En estos últimos días están
ocurriendo cosas que hace un par de años o tres era impensable. Me refiero a
las últimas noticias sobre las intenciones de algunas figuras –de esas del G10
que tanto le gusta describir a la prensa que se dice taurina- para el 2013 en
relación a matar ganaderías denominadas “duras” en determinadas plazas de primera categoría.
Talavante fue el primero en dar el bombazo con los Victorinos en Madrid, luego
se sumaron Manuel Jesús “El Cid” –llevaba un tiempo sin matar uno de estos en
plazas de primera- y Daniel Luque con el mano a mano de esta mítica ganadería
en Sevilla y para terminar, José María Manzanares pide uno de estos en su
encerrona para la Feria de Abril.
Como es lógico, estos diestros no
han matado muchos de estos toros en sus carreras profesionales, a excepción de
“el Cid” por lo que es llamativo y
morboso (en el buen sentido de la palabra) el tener conocimiento de este tipo
de hechos. ¿Y por qué quieren ahora este
tipo de toros y de encaste? Pues es bien sencillo: por la crisis.
2012 fue un año malo en todos los
ámbitos y como no puede ser menos, en el toreo igual o peor. Algunos toreros de
la parte alta del escalafón y parte media han visto mermado su número de
corridas y por la tanto, han tomado la decisión de dar un golpe en la mesa y
remontar algunos baches que, en tiempos de bonanza y prosperidad económica se
hubieran superado mejor. Figuras como Miguel Ángel Perera o “el Cid” no han
pasado de las 45 tardes este año y otras como Fandiño o David Mora las han
conseguido superar. Esto hace a que este tipo de toreros tenga que “tirar
pa´lante” porque en este mundo o avanzas o retrocedes, pero nunca se puede uno
estancar y acomodar en determinados puestos del escalafón taurino porque al
final eso acaba mal.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7xWrgvDJJlhZM6uaLc_xlZ796A4xOPEiV9rHxw4WCxdUvtt8jzdQ8iIridm2v9uIIcj_2z8sqKgx0u6hJ-3AT66jGGClL__3PYQBY5n98xKZ9zYDUQv3uVQO95bb_aHm17TSYGlJz-ke-/s200/Hierro-Divisa.jpg)
La crisis, tanto la económica
como la de valores morales y éticos, tiene consecuencias favorables en todos
los aspectos y en el del toreo, va a servir para saber cuáles quieren ser
figuras de verdad y cuáles no.