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José Antonio Martínez Uranga |
El otro día publicaron en la revista aplausos.com una entrevista realizada al actual empresario de la plaza de Madrid. El empresario Martínez Uranga afirma que "No se puede hacer otra cosa que no sea cumplir escrupulosamente lo que marca el pliego. Sé que en otras plazas los empresarios piden reducir festejos y demás, pero en Madrid eso no se puede plantear. En Madrid hay que cumplir todas las obligaciones del pliego que para eso se ha firmado". Ante estas palabras tengo que realizar una fuerte crítica debido a que este hombre lo único que le interesa de Madrid es el dinero. Vamos a ver; que con la crisis que estamos sufriendo en este país, que el paro es el mayor problema de los españoles, que la situación económica de las familias está cada vez peor y que la capacidad económica de los ciudadanos cada vez esta mas mermada, usted dice que no se pueden reducir festejos y que ni si quiera eso se puede plantear. ¿Pretende meternos una Feria de San Isidro sin ningún atractivo, una Feria del Arte en la que este brilla por su ausencia y un verano lleno de presentaciones? Púes me temo que sí.
La sociedad entera luchando por cambiar la Ley Hipotecaria para ayudar a las familias desahuciadas que se quedan sin hogar por las ejecuciones bancarias, los bancos que no destinan crédito a los autónomos y un sin fin de problemas económico-sociales que atañen a este país, ¿cree que no se va a poder cambiar un pliego de contratación para adaptarlo a las necesidades reales? Yo no soy empresario taurino, pero me considero con un poco de sentido común y, mis escuetos conocimientos que recibí en la facultad de derecho y los que adquiero en la oposición, me permiten afirmar que PERFECTAMENTE SE PUEDE CAMBIAR EL PLIEGO.
¿Porque cambiar el pliego? Púes porque las necesidades lo exigen y que se traduzcan en los siguientes cambios:
1º. Reducción de los carteles de San Isidro en al menos siete u ocho para la perfección y el remate del resto de la feria. Es preferible ver cuatro o cinco tardes con algo de encanto y atractivo que tirarse durante una semana yendo a la plaza para amortizar la almohadilla.
2º. Reducción de carteles en verano, de novilladas que carecen de novilleros preparados y de novillos encastados con el único fin de llenar la plaza de chinos y demás CIA que tanto dinero dejan esas tardes. La fiesta tiene carácter cultural y desde luego es un gran atractivo para el turismo, pero por ello no tenemos que lidiar seis novillos o seis toros mal presentados y escasos de clase para que los turistas griten ¡ohhhh! y hagan cuatro fotos a todo lo que se mueve.
3º. Hacer reducciones de precio en las entradas para jóvenes y personas que estén en el paro y hayan sido abonados a Madrid en años anteriores. Al aficionado de Madrid hay que cuidarlo, aunque la situación económica no sea la mejor en algunos de los casos.
4º. Dar mayor protagonismo a encastes minoritarios y que no son tan comerciales como otros hoy día. El toro es un animal caracterizado por su variedad, en cuanto a su comportamiento debido a su encaste. Habría que ayudar a esos ganaderos que se juegan su dinero por la conservación del toro de lidia, en cada uno de sus encastes existentes.
5º, Vigilar por la seguridad en la venta de entradas en las taquillas, colocando el personal de seguridad adecuado para que no surjan trifulcas entre la gente que acude a sacar las localidades. Así se evita que tenga que acudir la policía con las luces de emergencia para solucionar una cuestión que podría haberse solucionado antes si ningún problema.
Esto y otras muchas mas cuestiones debería preguntarse la empresa y pensar más en el aficionado y no tanto en los intereses económicos que desde luego, son el principal atractivo y aliciente para esa familia que se van a cargar la afición en Madrid como sigan más tiempo al mando de la plaza y sigan realizando declaraciones de ese tipo.