domingo, 20 de noviembre de 2011

La Evolución constante y "tímida" en el toreo.

El toreo, ya lo he señalado más veces, es el único arte vivo. Lo que ocurre cada tarde en los ruedos es nuevo, es natural y es fugaz: la faena ocurre y ahí queda. No se puede retroceder al pasado ni en un futuro va a ser la misma, ya que cada toro es un mundo.


Por ello vengo a escribir este artículo, en tiempo de descanso, de tentaderos, de campo, de frío, de toreros que se dejan barba, de cambios de cuadrillas y apoderados. Este año se ha evolucionado, como se va a seguir evolucionando, y resulta importante a destacar una nueva ejecución que humildemente atribuyo a Alejandro Talavante: La "talavantina".

Es una suerte que hemos podido disfrutar este año en plazas como Zaragoza y Zafra. Es una suerte para practicar en un toreo de cercanía, como bien entendía Damaso González y en la actualidad lo entienden Sebastián Castella, Perera y el mismísimo Talavante. Consiste en pasar la muleta por detrás del torero y con el pico, o el poco trozo de tela que asoma, citar al toro. Es un suerte muy bella, que llega bien a los tendidos por su peligrosidad en la ejecución.

He aquí este breve artículo para ratificar y atribuir humildemente la ejecución de estar suerte al torero extremeño Alejandro Talavante, el cuál ha realizado una temporada excelente.

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