martes, 29 de mayo de 2012

Julio Aparicio se corta la coleta

Hoy escribo otra vez de Julio Aparicio. Van a pensar que solo hay un torero en la feria, pero a fuer de sinceridad, lo que más ha llamado la atención -no para bueno- ha sido él. El otro día critiqué duramente al torero por su actuación -desactuación también puede llamarse- en la que argumenté una serie de motivos por los cuales no deben darse este tipo de actuaciones.

Hoy tampoco vengo  a negar lo mismo. Lógicamente bien no ha estado. No hay que ser una eminencia para saber que no ha toreado bien. Si es verdad que ha empezado mejor que el otro día. Ha toreado algo más con el capote a cada uno de sus toros pero en el cuarto de la tarde -cuarto bis-, ha estado bastante mal. Hasta ahí todo normal. Pero lo que más me ha llamado la atención y me ha causado una sensación extraña por la tripa ha sido el momento en el que el diestro sevillano se corta la coleta. Lo digo porque justamente este sábado tuve la oportunidad de pegar unos pases a una becerra y no pude. No puede porque no soy torero y no tengo una virtud que todavía no se vende en Mercadona, Corte Inglés o Carrefour: el valor.

El valor es esa virtud que diferencia de los toreros a los demás. Los futbolistas, cantantes, actores, bailadores no tienen que estar delante de un animal que no sabes a ciencia cierta si va a ir a la muleta o van a ir los pitones a pinchar la femoral. Eso es lo que difiere los toreros de las demás personas a primera vista. 

Hoy Julio Aparicio ha demostrado ser torero. Ha demostrado tener VALOR de cortarse la coleta delante de 23.000 personas y en la primera plaza del mundo. Ese detalle, nada desdeñable, me implica reconocer mi más sincero reconocimiento al sevillano. Espero que recupere pronto el ánimo y que sea recordado por todos los aficionados de Madrid los buenos momentos que ha dejado el sevillano en el diestro madrileño, en especial la faena de dos orejas al toro de Alcurrucen en 1994.

Ánimo Maestro.

martes, 15 de mayo de 2012

La indignación la traslada Julio Aparico a las Ventas.

15.M o mejor dicho: San Isidro Labrador, santo de la agricultura y al cuál se encomienda para que las cosechas sean fructíferas. Esa tarde torean en Madrid Julio Aparicio, Curro Díaz y Eduardo Gallo con toros de "el Ventorillo". Parecía que iba a ser una tarde más o menos normal, de feria, con dos toreros experimentados y con una cierta edad y con un Eduardo Gallo que la tarde pintaba para él según dejó entrever el día 6 de este con un toreo templado y elegante.

De grana y azabache iba vestido el "individuo" (hoy no encuentro otra palabra) que iba a amargar la tarde a los presentes. Un tipo que no toreó, que se limitó a hacer el "indio" ante unas 23.000 personas. Estoy sin palabras porque lo que he visto hoy, no lo he visto en mi vida ni en Madrid ni en plazas improvisadas en los pueblos.

Me pregunto que quien es el que tiene mas culpa, ¿el apoderado o el torero?. Digo esto porque su apoderado, Ortega Cano, me causa respeto como torero al saber que ha sido el único en indultar un toro en Madrid (Belador, de Victorino). Por ese detalle y por su experiencia como torero nada desdeñable, no entiendo como le firma dos corridas a su representado. ¿No le ha visto torear en el campo? ¿No sabe como está de ánimo? En fin, no lo entiendo y no lo puedo entender. Pero, ¿y el torero? ¿Qué culpa tiene? ¿Con que calificativos se le puede definir después de ver lo de esta tarde? Pues con la mano en el corazón es UN SINVERGÜENZA, UN CANALLA Y UN ESTAFADOR. Las razones por las que señalo estos descalificativos son las siguientes:
Julio Aparicio, el 15 de Mayo de 2012.


Primero. A Madrid se viene a torear y no ha pasar un trámite porque es la primera plaza del mundo y como tal, se merece un respeto especial.

Segundo. Si no te ves en condiciones de torear no dejes que te firmen esas corridas para no hacer la risa ante más de 23.000 personas que es lo que ha hecho esta tarde y deja hueco a otros que se lo merecen más.


Tercero. Aunque no quieras ver al toro ni en pintura, como director de lidia a mas inri, debes de estar colocado en el ruedo en tu sitio y velar por los banderilleros a la hora que estos actúan poniendo las banderillas.

Cuarto. No declarar ante las cámaras que no ha podido torear porque con ese toro y con esos pitones es imposible practicar el toreo. 

Quinto. Este tipo de las actuaciones se las permitieron en su momento Curro y Paula y, en la actualidad, Morante. Usted creo que no está a la altura de estos tres.

Seguiría escribiendo pero prefiero descansar y pensar que este tipo de actuaciones no se vuelvan a dar y, en el caso de que ocurran, el público esté soberano como siempre y responda con una buena bronca y una buena pitada que ese tipo de recompensas forman, han formado y formarán parte de el toreo para siempre.


sábado, 12 de mayo de 2012

¿Es David Mora un nuevo "capotero"?

Estamos en Mayo y la feria de San Isidro ya ha empezado. Ha empezado y la verdad es que mal, muy mal para ser completamente sinceros. La culpa, pues de los toros y en relación a la falta de fuerza y de casta lo que implica que hayamos visto toros sin ningún tipo de transmisión, que no llegan al tendido y provocando un aburrimiento en muchos casos de importancia considerable. 

Mora, el 11 de mayo de 2012.
Pero al margen de este breve introito, la verdad no todo es malo y una de las cosas buenas vista en estos dos días ha sido a David Mora. La verdad es que no tuvo suerte  el día 11 con su lote de Montalvo que estaba falto de fuerza y no se le pudo obligar con la muleta porque se iba de manos a la mínima. Pero la cuestión de fondo reside en algo más importante que la actuación del día 11. El tema principal de este artículo radica en que, en mi mas humilde opinión -siempre criticable- estamos ante un nuevo "torero capotero", esto es, un diestro que empieza a torear a sus toros desde el minuto uno. No solo es que empieza a lidiar desde el principio, sino que lo hace con un temple y con una técnica asombrosa. Tiene un buen concepto de la verónica, parando el tiempo con su capote y mostrándole este al morlaco de una manera bella y técnica, sin enganchones ni pasos hacia atrás, sino ganándole terreno hacia los medios del ruedo.


Otro de los detalles que están haciendo a Mora una de las figuras del momento es su variedad. Esta variedad la han poseído en sus dedos y en su mente muchos toreros -quiero nombrar especialmente a "El Juli"- y una vez que se consolidan como figuras, o bien el público los considera como tal, dejan de torear con el capote y se limitan únicamente a realizar las faenas con la muleta. 

En Madrid siempre se ha dicho que para cortar dos orejas en un mismo toro hay que torear con el capote, bien con verónicas al recibir el toro o bien con algún otro quite. En todo caso, estar completo en los distintos momento de la lidia del toro.

Esperemos que tengamos bien presente este tipo de cuestiones a la hora de conceder los trofeos a los diestros, haciendo que Las Ventas sea la plaza más exigente y siga siendo la plaza número uno en todo el mundo.